FORMACION
La vocación: un llamado de amor
La vocación es un don, una llamada personal de Dios. En su infinito amor, Jesús elige a hombres y mujeres y los invita a seguirle más de cerca, repitiendo las palabras que San Ignacio recoge en los Ejercicios Espirituales (n. 95):
“Mi voluntad es conquistar el mundo entero y vencer a todos los enemigos, para así entrar en la gloria de mi Padre; por tanto, quien quiera venir conmigo, ha de trabajar conmigo, para que siguiéndome en la pena, también me siga en la gloria.”
Solo quien experimenta un gran amor por nuestro Rey puede responder con un “sí” firme, valiente, gozoso y perseverante. Seguir a Cristo exige desprendimiento y sacrificio, pero cuando el amor es verdadero, todo se vuelve posible.
Etapas de formación en el Instituto Cristo Rey
Gracias a Dios, muchos jóvenes están recorriendo hoy el camino de la formación religiosa y sacerdotal en el Instituto Cristo Rey. Este proceso se desarrolla en distintas etapas, conforme a la vocación de cada uno:
Aspirantes: Jóvenes con inquietud vocacional que se encuentran terminando sus estudios secundarios y desean discernir el llamado de Dios.
Postulantes: Son los candidatos al Noviciado. Han concluido, al menos, sus estudios secundarios y comienzan un tiempo de mayor integración en la vida del Instituto. El postulantado puede durar entre tres meses y un año, según cada caso.
Novicios: Aquí comienza propiamente la vida religiosa. Los novicios se adentran en el carisma del Instituto y en el significado profundo de la consagración. A su vez, el Instituto discierne su idoneidad y autenticidad vocacional.
El noviciado dura dos años. En el segundo año, los novicios pueden iniciar los estudios propios del seminario. Al finalizar esta etapa, se emiten los primeros votos temporales.
Hermanos Religiosos: Son aquellos que, sin estar llamados al sacerdocio, abrazan la vida consagrada plenamente. Su formación es específica y distinta a la de los seminaristas, pero igualmente profunda.
Hermanos Seminaristas: Aquellos llamados al sacerdocio, que se preparan mediante estudios filosóficos y teológicos durante aproximadamente siete años.
